¿Cuáles son las mejores residencias económicas de calidad? Aquí te ofrecerte los puntos claves que tienes que tener en cuenta
La vida es algo efímero y difícil, eso ya lo sabemos, pero sin duda la tercera edad es la etapa más complicada y que requiere cuidados especiales, atención profesional y toda una serie de requerimientos esenciales, entre ellos está contar con residencias económicas de calidad para garantizar una vejez tranquila y cómoda.
Pero no se trata simplemente de un simple mobiliario o algunas áreas verdes, es mucho más que eso. Una residencia adecuada puede ser una tarea titánica si no se conocen con exactitud dichos requerimientos y los factores que pueden resultar decisivos a la hora de escoger el lugar ideal.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir una residencia de mayores?
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Hay muchos factores que tener en cuenta ya que en el lugar donde decidas vivirá un familiar que es importante para ti y quieres que este en las mejore manos. Por ello, lo puntos principales que no te deben faltar son estos:
Precio y valor, un equilibrio indispensable
Sin duda se trata de un aspecto vital a la hora de fijar la mejor residencia para los adultos mayores porque el precio, en teoría, debería de definir la calidad y establecer los mejores parámetros de atención y garantizar que todas las necesidades estén cubiertas.
Para cubrir dichas necesidades el costo mensual debería estar alrededor de los 500 ó 600 euros, una cifra que aseguraría atención primaria, medicinas, la correcta disposición de las normas de seguridad, los gastos operativos y la indispensable inversión de personal calificado y mantener la residencia limpia y óptima.
Esta relación precio/valor no solo garantizaría el correcto funcionamiento de estas residencias, también promueve que los adultos mayores puedan disponer de cierta autonomía, autosuficiencia e independencia para sentirse más vivos y productivos.
Ergonomía y diseño para la calidad de vida
Otro punto que debe de tomarse en consideración es que una residencia de calidad para los adultos mayores debe de tener una arquitectura y diseño que se adapte y amolde a los requerimientos de la edad.
Pasillos más amplios tanto en las áreas comunes y habitaciones, pasamanos firmes a lo largo de todas las paredes, baños con agarraderas empotradas y cómodas, rampas suaves pensadas para las sillas de ruedas y andaderas, una iluminación más incisiva pero agradable, ventanales mucho más grandes y áreas verdes, son apenas algunos requerimientos arquitectónicos indispensables.
El aspecto del diseño interior de las habitaciones debe de reflejar la vitalidad y entusiasmo que necesita el adulto mayor, como por ejemplo paredes con colores cálidos y suaves suficientemente grandes para adornarlos con fotos familiares, un área en donde puedan tener sus libros, recuerdos personales u objetos de valor.
Estos pequeños detalles dan mayor calidad de vida y hacen sentirlo como en casa.
La ergonomía y el diseño de estas residencias deben ir de la mano con su ubicación, en un entorno lleno de áreas verdes y alejados del ruido y las molestias del estrés cotidiano en donde la paz y quietud sean las constantes a seguir.
Capacitación profesional con empatía y humanidad
Una de las principales quejas y críticas que reciben algunas residencias para adultos mayores, es la de administrar estos lugares como si se tratara de un depósito de ancianos amontonados en incómodas habitaciones, poco iluminadas y con una falta total de empatía y humanidad por parte de cuidadores y médicos.
Si bien es indispensable que todos los profesionales que laboren en estas residencias tengan una capacitación especial en geriatría, no es lo único que necesitan para lidiar con pacientes que suelen mostrarse obtusos, tercos, difíciles, y en muchas ocasiones, abiertamente hostiles hacia los desconocidos.
El componente humano que labore en estas residencias debe de poseer una preparación muy diferente a cualquier otro centro médico asistencial.
La paciencia, la empatía hacia el adulto mayor es un factor clave, además de comportarse con ellos más como sus amigos personales que como sus enfermeros. Todos estos son pequeños detalles que producen un ambiente agradable y familiar.